Érase una vez una princesa que creció aislada en una burbuja de lujos horteras, sobreprotección asfixiante y estrictas normas morales que nunca aceptó Princessa tenía entonces 16 añosSu madre, politoxicómana, murió en el parto. Su padre, el capo de las Casitas Pobres, envió a la niña con su abuela a una villa decorada como un burdel de lujo para jeques …
El selfie de Alba
Érase una vez una niña guapa, buena y alegre que vivía con su abuela en el País de las Casitas Pobres. Alba era una niña feliz que nunca pedía nada. Sabía que en casa no había casi dinero y a duras penas podían pagar la casa y la comida con la pensión de su abuela. Pero la verdadera razón de …
Alba, la princesa durmiente
Hace muchos muchos años hubo una princesa que cayó presa de un profundo sueño a causa de una maldición.
Fosco, el Príncipe de las Tinieblas
I Érase una vez un oscuro príncipe que vivía en un faro de ébano junto al mar. Cada día recorría Fosco las playas buscando una princesa oscura con la que frotar sus negras alas. Y cada día, arrojada por la marea, encontraba una princesa nueva con la que compartir sus pesadillas. Se acercaba a ellas seguro de sí mismo; de …
Suri, la princesa feliz
Érase una vez una princesa que vivía encerrada en una experiteca. Toda su vida, desde que recuerda, siempre había estado rodeada de experiencias. Miles de aventuras, viajes, desafíos, romances y recuerdos que recorría con su vista en modo pre-vivencia hasta dar con la experiencia que le apeteciera vivir en aquel momento. Suri había hecho surf entre tiburones blancos, había escalado …
Einar, el príncipe de los bosques
Érase una vez un príncipe criado libre en lo más profundo del Bosque Negro. Sus padres, Iseo e Ivar, habían decidido enviar al príncipe Einar a un lugar secreto inaccesible a los múltiples enemigos del reino; el Bosque Negro era un refugio ideal. Lleno de animales salvajes, desfiladeros imposibles, ríos bravos, montañas desafiantes y bosques impenetrables resultaba una trampa mortal para todos …
Ciro, el príncipe de las Muñecas
Érase una vez un príncipe que sólo vivía para sus muñecas. El reino estaba sobre una inmensa bolsa de caramelo rosa. Y su padre, el Emperador Gadiel, era un habilidoso y miserable hombre de negocios que había sabido explotar ése tesoro. El dinero entraba a raudales en palacio y Ciro, nuestro príncipe, sabía cómo gastarlo. Su mayor afición consistía en comprar …
Dorotea, la Princesa que coleccionaba corazones
Érase una vez una princesa que tenía el jardín de corazones más bonito del mundo. La princesa Dorotea guardaba cuidadosamente todos los corazones en campanas de cristal. A cada corazón le iba agregando un pequeño jardincito con plantas exóticas y animalitos pequeñitos que jugaban en su pequeño universo. Así tenía una campana con el corazón de Sigfrido; lo había decorado con …
Adama, el último Rey León africano
Se enamoró el dios Sol de Mamamba desde el primer rayo con el que acarició a la criatura mortal al nacer. Y paciente esperó, alimentando su amor y obsesión, hasta el día en que Mamamba sangró por primera vez. Entonces, se transformó en león y bajó a la tierra para hacer a Mamamba suya. Crónicas de los Primeros Días Érase …