En todo «esto» hay muchas cosas que no cuadran, que no tienen ningún sentido. Y parece que nadie quiere que nos lo planteemos.
Si te lo planteas eres un negacionista, un terraplanista, un ignorante, un fascista, un asesino, un insolidario, un miserable…
Vamos a hablar de la famosa vacuna.
Resulta que el Covid-19, per se, no es tan agresivo. Se propaga extremadamente bien, pero sus efectos son más bien leves. Lo grave es la reacción de nuestro sistema inmunitario frente a este coronavirus en concreto. Y esa sobrerreacción es lo que envía a la gente a la UCI o al tanatorio.
Entonces, ¿qué hará la vacuna?
Pues en principio todas ellas están orientadas a eliminar el virus… Algo muy conveniente para las fabricantes de vacunas, puesto que esta estrategia se debe aplicar cada año, como la de la gripe común…
Se podría haber optado por evitar la sobreactuación de nuestras defensas ante el Covid-19, pero eso te lleva a una vacuna de esas que duran años (tipo la de la Tuberculosis). Y eso ya no interesa tanto, la verdad.
Pero bueno, esto sólo son divagaciones. Debe ser que soy un consparanoico.
Veremos qué pasa.