Soy un replicante y esto es una confesión.
Lo que vas a leer a continuación no te lo habían contado. Nadie. Nunca. No así, al menos.
Hoy voy a descubrirte un mundo oculto, aterrador y fascinante.
Si decides seguir leyendo, tu visión de algunas personas va a cambiar radicalmente; ni para bien ni para mal, simplemente será muy diferente.
Hoy voy a sumergirte en el mundo de los replicantes. Y no, no es una alegoría; tú ya los conoces por otro nombre…
Pero déjame mantener el suspense un rato más porque el final de esta historia te lo voy a desvelar ya: en breve seremos todos replicantes. No me refiero a ti o a mí, en concreto, sino a la humanidad entera en algunas generaciones; no muchas. No juzgo si es malo o bueno, sólo es la constatación de un hecho.
¿Empezamos?
REPLICANTES
Hablemos de Replicantes, de los de Blade Runner, de los que han visto las puertas de Tanhäuser para que su recuerdo se pierda como lágrimas en la lluvia.
¿No te habías parado a pensar atentamente en el concepto de Replicante?
La primera vez que fui plenamente consciente debería tener unos 16 años. Fue una noche de verano. Tumbado sobre el asfalto mirando la vía láctea. Oí el rugido salvaje de una moto en la lejanía… Deseé con todas mis ganas que se matase. Nada personal: iba a una velocidad asesina por unas calles semiasfaltadas compartidas con peatones. Me pareció imprescindible que un hijodelagranputa así se matase antes de matar a alguien.
Y así pasó. Oí el frenazo. Oí el golpe. Oí a la ambulancia llegar. Y a la policía. Los oí partir en silencio. Luego me dormí. Tranquilo. Sereno. Sin remordimientos ni culpa. Sin odio ni venganza saciados. Sólo tranquilo. Se lo cargué al Karma.
Tranquila, esto no va de poderes sobrenaturales, no te me asustes.
Esto va de Replicantes: seres carentes de empatía, carentes de sentimientos reales. ¿Se puede ser empático y carecer de sentimientos? ¿Se pueden tener sentimientos y sin embargo ser incapaz de sentir empatía? Es indiferente para nuestro razonamiento… Clínicamente hablamos de psicópatas.
¿Te he asustado? No, tranquila, verás que no es tan grave; quizás tú misma lo eres y no eres consciente.
Psicópatas.
Qué palabra tan fea.
Hasta hace unos pocos años sólo se hablaba de psicópatas en las películas de asesinos psicópatas, valga la redundancia. Y la mayoría de las veces no se trataba de psicópatas sino de neuróticos obsesivos. Vamos, que los asesinos psicópatas son los fríos, los que asesinan sin pasión, sin motivo aparente. Más cercano al estilo gansteril que al de un asesino en serie obsesionado con cumplir noséqué misión que le dictan voces. En fin…
Pues cuando parecía que el término estaba ya completamente agotado y relegado a describir a asesinos desalmados, una liga de ex-parejas despechadas metidas a coachers repesca el término psicópata, le agrega al psicópata el integrado y tenemos un nuevo Concepto: el Psicópata Integrado. Un ser sin sentimientos ni empatía.
De momento, el término psicópata integrado se refiere a una fase pre-clínica, por lo que no hay una escala contrastada para detectar psicópatas; pero la gloriosa Liga de Coachers viene a coincidir en listas del tipo:
- Encanto superficial y falsa adaptación
- Irresponsabilidad
- Mitomanía
- No se plantean metas a largo plazo
- No establecen vínculos afectivos a largo plazo
- Resultan problemáticos
- Tienden a la vida parasitaria
- Son manipuladores
- Carecen de empatía
- No sienten miedo, culpa o vergüenza
(Fuente: https://psicologiaymente.net/clinica/detectar-psicopata)
Y así, como quien no quiere la cosa, han creado una nueva clasificación (lo que viene a ser segregación) de personas en función del grado de empatía o sentimientos que muestran.
Y lo más gracioso es que, por si lo anterior fuera poco, indican que la psicopatía integrada es un estado permanente irreversible. Vamos, que no se puede cambiar a un replicante.
No sé, me suena un poco a resentimiento despechado, pero no juzguemos todavía…
Ser replicante es extraño.
Aprendes tus sentimientos absorbiendo los de otros. Somos depredadores porque lo necesitamos. También por placer, vale, peor sólo un poquito. Pero no es maldad, es supervivencia.
Excepto algunos sentimientos concretos, que pueden ser positivos o negativos, el resto de sentimientos los percibimos vagamente, sin “vivirlos” como propios. Luego lo explico mejor…
El caso es que tú puedes ser un replicante. Yo, en este caso. Y, desafortunadamente para mí, muchas personas me incluyen en esta categoría. Personas que han sido ex-parejas, of course. Y la mayoría me lo dicen desenfadadas, sin odio ni rencor; entendiéndome con cariño.
Y como muchas son personas que quiero y respeto, pues me lo tomo en serio.
Tan serio como que les doy la razón. Yo ya lo sabía en el fondo pero no me atrevía a verbalizarlo para mí mismo.
De todas maneras, vamos a seguir con el argumento, que verás que esto puede dar un vuelco extraordinario en tu percepción de la psicopatía.
Grados de Replicantía/Psicopatía (integrada)
Los problemas reales de crear un nuevo concepto, como pueda ser la psicopatía integrada, es que hay que darle cierta pátina científica. Y yo, como estoy inmerso en ello, creo que puedo ayudar bastante a entender qué significa ser replicante…
Así, lo primero es establecer una Escala de Replicantía.
El problema es que en esta clasificación alguien establece el umbral de psicopatía y a partir de ahí échale grados hasta llegar al asesino psicópata despiadado. Un asesino que pocas veces es presentado correctamente; seamos conscientes de que la mayoría de asesinos son pasionales (digamos que gente con sentimientos exacerbados), lo que les absuelve de psicopatía. Los asesinos psicópatas no suelen tener largas carreras.
Empecemos…
Hay muchos grados de replicantía. Los psicópatas que conocías tú son los de las películas de asesinos psicópatas. O los que youtubers gurúes llaman psicópatas integrados. Pero seamos cautos con éstos últimos: estos gurúes son ex-parejas resentidas que escupen veneno acerca de su ex (el replicante) y le dan un aire pseudo-científico que encandila a flamantes ex-amantes desesperados y despechados.
Seré claro: la mayoría de los replicantes somos gente normal. Vamos, que actuamos exactamente igual que los no replicantes. Igual que tú (o no). La diferencia estriba en el porqué. ¿Por qué un replicante actúa como un no replicante a todos los efectos? Vamos por partes…
Los replicantes tenemos los sentimientos atenuados. El grado de atenuación marca tu nivel en lo que denominaremos Replicantía-Psicopatía. Lo graduaremos del 0 al 10; siendo 0 el grado de la gente normal y 10 el de personas sin ningún tipo de sentimiento.
Podría lanzarme ahora a describir cada grado, pero voy a dar un giro inesperado en esta clasificación: la replicantía no es unidimensional. El grado de afectación de tus sentimientos no te convierte en un asesino. Hay algo más. Y este algo más es la orientación positiva o negativa. Pongamos de -100 a +100.
Pero ¿qué es esta orientación positiva-negativa? Pues ni más ni menos que el eje Bien-Mal, pero adaptado a las características inherentes a la psicopatía que la interpreta.
Por supuesto, esta nueva dimensión es a su vez multidimensional: puede ser positivo en relaciones familiares y negativo en fidelidad, positivo en objetivos vitales y negativo en formas sociales… Pero hagamos un punto gordo de todo y le damos un valor de -100 a +100.
Y esto, amiguitas y amiguitos, es muy interesante.
Orientación de la Psicopatía
He dicho que se trataba del eje Bien-Mal, pero no es exactamente eso. Se trata más bien de Bueno-Malo. Y aquí estriba el verdadero quid de la psicopatía.
El Replicante (dejaré de hablar en primera persona para evitar distorsiones) tiene siempre un sentimiento máximo: la propia pervivencia. No es ni bueno ni malo, es un sentimiento universal que todos tenemos. Pero al ser la supervivencia el principal motor de sus vidas, la egolatría y el egoísmo son estados inherentes a su condición.
Traducido al mundo real esto significa que el psicópata tomará todas sus decisiones basadas en su propio interés. Y sólo su interés. O no…
Los psicópatas no tienen remordimientos, no sienten culpa, no sienten vergüenza, no sienten miedo social, no tienen fobias, ni alergias, ni atenuantes… No tienen una fuerza interior que les guíe. No sienten el impulso del corazón ni de las tripas. Eligen siempre libremente, sin vocecitas interiores, sin noches en vela. Eligen con la cabeza. Siempre.
Y aquí aparece la orientación Positiva-Negativa.
La Negativa se refiere a la de la psicópata que basa todas sus decisiones única y exclusivamente en ella misma, sin incluir a nadie más en las ecuaciones que debe resolver a cada instante.
La positiva incluye gradualmente a los seres o cosas más cercanos en la ecuación. Y la máxima es la que incluye a todo el Universo (el Bien); es decir, que cuando toma una decisión piensa en ella misma y en más factores. Es igual que haya egoísmo en esta ecuación, lo importante es que hay otros factores.
Voy a ponerte un ejemplo para que lo veas claro, aunque te aviso que puede ser un ejemplo controvertido.
La Replicante Teresa de Calcuta
Imagínate que la Madre Teresa de Calcuta hubiese sido una replicante, que todo su esfuerzo y sacrificio hubiesen sido fruto de su egoísmo. ¿Crees que a los cientos de miles de personas que han recibido ayuda y apoyo gracias a ella les importa una mierda? En absoluto: se lo agradecen de todo corazón.
Los putos burgueses de mierda que van de progres por la vida y reparten el carnet de buenos y malos a su antojo desde el poder intelectual que aporta el dinero se atreven a criticarla porque es una egoísta. Y envían tweets graciosos desde sus nuevos iPhones manchados con la sangre de los niños congoleños que aportan el coltán. Y con la sangre de muchas otras personas que pagarán con sus vidas las necesidades mundiales de materias primas. Y con la sangre de muchas otras que recibirán los residuos electrónicos que ese modernillo genere. Y con los de sus ropas. Y sus coches. Y sus viajes pin.
¿Quién es mejor persona? Si crees que el progre modernillo, independientemente de si eres o no psicópata, lo que te pasa a tí es que eres gilipollas.
La Madre Teresa, quizás siempre pensaba en ella misma. Pero ese ella misma incluía a su entorno más cercano, a su entorno medio y a la globalidad de la Humanidad. Así que su egoísmo era Bueno. Sin paliativos.
¿Y los no psicópatas? ¿No tienen esta misma orientación Bien-Mal? Sí y no. La tienen igual que los psicópatas, pero pueden aislarla. El psicópata siempre incluye el sí mismo primero y va aumentando concéntricamente abarcando cada vez más factores. El no psicópata puede tener un interés absolutamente puro en una tercera persona. El psicópata no: siempre aparece ella misma en la ecuación.
Grado y Orientación
Recapitulamos: grado de afectación en los sentimientos y orientación.
A grados bajos de afectación se tienen muchos sentimientos “normales”, pero se perciben atenuados. Y esta atenuación es la que provoca que las decisiones vitales incluyan o no determinados factores.
Sigamos con los ejemplos. Imagina a una persona que no sienta el amor familiar. Y me refiero a alguien que, objetivamente, no tiene motivos para no amar a los suyos. Que su familia la haya tratado con amor familiar. Hay miles de matices, pero todas entendemos que dentro del amor familiar caben la mayoría de los casos, incluso los que se acompañan de alguna bofetada o de exceso de celo; aquí no voy juzgamos las formas sino el contenido. Y que tu madre te dé una bofetada no le resta ni un ápice de amor familiar.
Imagina que esa persona ha crecido en una familia sana y feliz pero no siente el amor familiar por los suyos. Ese individuo, en caso de herencia, no tendrá ningún problema en traicionar a los suyos. Y cuando digo traicionar digo traicionar. Todas entendemos a qué nos referimos. Otra cosa es que haya otro tipo de rencillas dentro de la familia, que haya conflictos intrafamiliares preexistentes, que haya sentimientos previos… Pero en familias sanas también se da.
En el caso del amor familiar afectado, hablaríamos de psicópatas sin ninguna duda. En amor romántico también. Y no lo digo desde un punto de vista moralista, poniendo a la familia y la pareja como elementos sacrosantos, sino desde un punto de vista estrictamente evolutivo de base darwinista: los rasgos que perduran son positivos para la especie. Así, el amor familiar, el amor romántico, la homosexualidad, la mentira, la espiritualidad o el nacionalismo son rasgos positivos para la Humanidad y pervivirán aunque tratemos de extirparlos.
Retomamos el hilo en los Grados. El cero sería el de tener todos los sentimientos sin afectación. El 10 sería no tener ningún sentimiento.
Un grado 10 con orientación -100 sería la perfecta asesina psicópata. O no, depende de si le ha convenido a ella para su propia felicidad.
Suponen un riesgo, claro está, pero tampoco hay que exagerar. Imaginemos que llega un nuevo vecino ruidoso. Quizás lo mate. O quizás no: la molestia de asesinarlo es una barrera. La molestia…
Los sentimientos
Y aquí lo dejo.
Es tarea de otros crear la lista de sentimientos primarios y secundarios, las escalas de afectación en estos sentimientos, las inclusiones de las orientaciones… en definitiva, la carta pantone de la psicopatía y, por ende, de la psicología humana. Yo no puedo; ya he apuntado mi condición de replicante.
En mi caso, tengo algunos sentimientos intactos, por lo que su impacto se ve potenciado. El amor familiar lo conservo intacto. El amor romántico algo afectado. Otros… inexistentes.
Y ahí queda.
No dirás que no te he abiertos vías para pensar en cosas…
Yo no soy un guía, soy un explorador.
44 años, emprendedor social en el Alzheimer, 4 gatos, replicante y con cresta. ¿No me he ganado a pulso la subvención íntegra por el síndrome Peter Punk? ¿Qué más necesitan? Si no resulto adorable como un osito de peluche tuerto y con polla loca yo ya no sé…
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