Érase una vez una princesa que creció aislada en una burbuja de lujos horteras, sobreprotección asfixiante y estrictas normas morales que nunca aceptó Princessa tenía entonces 16 añosSu madre, politoxicómana, murió en el parto. Su padre, el capo de las Casitas Pobres, envió a la niña con su abuela a una villa decorada como un burdel de lujo para jeques …