Como lo prometido es deuda (si me apetece, vamos) voy a regalaros un paseo por Internet para que no vaguéis perdidos en la oscuridad. Al menos por un rato… Por supuesto, un viaje espacial requiere una banda sonora adecuada. Y qué mejor que Rachmaninov: The Isle of the Dead, Symphonic poem Op. 29. En realidad no iba a poner a …